Si es "bio" tendrá que ser bueno, ¿o no?

Hasta ahora, pocas veces me había fijado en los componentes de una crema o algún producto de cosmética. No es algo que me haga  decantarme por  un producto o por otro. También reconozco que en esto soy bastante confiada y el leer varias y buenas opiniones es suficiente para que me decida a probarlo. En este caso, el "famoso" Bio-Oil llegó a mí a través de una de las cajitas de Birchbox, y como aceite que es, a mí me pareció bueno. Por eso ahora Me he quedado sorprendidísima al descubrir cuáles son sus componentes, gracias a blogs como El Rincón de la Cosmética o La Tía Maruja.

Os invito a que leáis estos blogs y descubráis lo que nos estamos echando al cuerpo. Sólo os adelanto que el principal ingrediente del Bio-Oil es el paraffinum liquidum, un derivado del petróleo, vamos, lo normal para un producto que se hace llamar "bio". 

Yo usaba este aceite para prevenir las arruguitas que salen en el pecho, sobre todo por dormir de lado, y sí notaba la zona más hidratada. No sé si por milagros de este producto en concreto o por ser un aceite en sí, ya que antes de éste sólo usaba crema. En cualquier caso, después de leer todos los componentes que lleva y las posibles consecuencias de su uso, hasta aquí llegó mi relación con él. 

Sé que serán muchos los productos que use y que tengan esos mismos ingredientes pero, qué queréis que os diga, al menos no me siento engañada y no dejo que me tomen por tonta, ya que los demás no presumen de "bio". Si un producto lleva esta etiqueta, significa que al menos el 95% de sus ingredientes tienen que ser naturales. No parece que sea el caso...