domingo, 28 de junio de 2015

Reflexiones de domingo: de cuando el amor hace que te guste el fútbol


El fútbol no es sólo un deporte es un acontecimiento social. Para muchos un cúmulo de emociones, un despierta pasiones, para otros una simple máquina de hacer dinero, un escaparate donde se lucen piernas, una cita obligada con amigos, el momento ideal para una tarde de chicas... Me declaro una no seguidora de este deporte y sin embargo, no sé por qué, no puedo dejar de seguirlo.


Hoy tengo un ataque de reflexión y me ha dado por pensar en mi relación con el fútbol a lo largo de mi vida. Porque digo yo, si no me gusta, ¿por qué son tantos los partidos que he visto comiéndome las uñas? Sólo se me ocurre una respuesta: Los he visto por amor.

No es que yo me crea Shakira y esté hablando de un Piqué particular... hablo del amor en todas sus facetas: a mi familia, a mis amigos, a mi chico. Dios me dotó de varias cosas y me privó de muchas otras. Con la empatía se pasó. Sufro verdaderamente poniéndome en el lugar de otros. Por eso el primer gran amor que me hizo centrarme en el fútbol fue mi padre. La razón es sencilla: si sonreía cuando ganaba su equipo y fruncía el ceño cuando perdía ¿cómo no voy a desear que ocurra siempre lo primero? Y le cosía a preguntas por el simple hecho de oírle hablar con entusiasmo y me interesaba por unos equipos y unos jugadores que no terminaban de captar mi interés. Por amor...

Como no podía ser de otra manera, mi hermano se contagió de esa misma enfermedad desde pequeño y no sólo se conformaba con ver los partidos por la tele ¡si no que también jugaba! Pues nada, a gritar con él al campo. Por amor...

Y luego llegarían las tardes con amigos y las celebraciones conjuntas. Y cuando ya creía que me estaba curando de esta dolencia llega ÉL y me hace estar más pendiente que nunca de un deporte que (y lean por favor claramente) ¡no me gusta! Que sé que lo está viviendo en el campo, pues yo lo vivo con él desde casa. Que tiene los nervios a flor de piel, pues yo me pido ser más y me pongo taquicárdica. ¿Y por qué grito y salto si meten gol? ¡Si no me gusta el fútbol! Por amor... El mismo amor que me va a hacer estar pendiente esta temporada (ojo, que hasta soy conocedora del argot) de todo lo que gire en torno a un equipo local en concreto.

Ahora le llamo fútbol pero podría usar cualquier otro nombre. Hay muchas razones que nos llevan a actuar de una forma u otra. Yo no veo ninguna mejor ni más bonita que el amor.  

Fdo.: Una romántica.


3 comentarios:

  1. Jajaja que graciosa, buena reflexión. La verdad que es bonito lo que dices, el amor a la familia tu pareja amigas....Quizás es algo parecido a Eurovisión no suele gustar pero en los últimos años la gente se reúne para verlo en familia, con amigos etc mas que el espectáculo en sí es la excusa para poder disfrutar con tu gente. A mi personalmente el fútbol no me ha gustado nada ni jugar ni verlo jejejeje también he tenido la suerte de que ninguna de que en mi entorno tanto de pareja familia amigos nos gusta excesivamente el futbol pero si así fuera creo que me interaría esforzar un poco para compartirlo jejeje.. Mil besitos wapa.

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  2. Eres toda una romántica, no cabe duda.
    De este modo compartes buenos momentos con los tuyos.
    www.caprichosasyconsentidas.com

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  3. Hola, en mi casa mi padre es muy futbolero y desde siempre lo hemos vivido mucho. Yo sufro mucho según que partidos, sobretodo derbis, y finales, pero ahora intento ser más calmada. La verdad es que yo soy más futbolera que mi novio, yo no me pierdo ni un partido del barça. jeje. Saludos.

    http://elazuldevanessa.blogspot.com.es

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