En verano, y más en el verano de la Covid, los planes con niños se vuelven más complicados en Madrid. Algunos tenemos suerte y nos han abierto la piscina comunitaria pero ya sabemos que los niños se cansan de todo y los paseos en los centros comerciales carecen de atractivo. Por eso cobra más importancia que nunca disponer de un playa en Madrid, pero no una playa cualquiera, una divertida, con olas sí, pero también con toboganes, piscinas con múltiples chorros y con muñecos que conocen muy bien, como telón de fondo. Todo eso existe y se resume en dos palabras: Warner beach.
Un planazo, os lo aseguro. Los niños disfrutan y también los mayores porque la ampliación trajo divertimento para todos. El día se pasa volando, y combates el calor y el aburrimiento de un solo plumazo.
Nosotros fuimos un viernes y no había mucha gente. Lo pudimos disfrutar sin colas para las atracciones de mayores y sin aglomeraciones donde los pequeños. No tuvimos en ningún momento sensación de inseguridad, al contrario. La mascarilla la llevábamos para ir de una atracción a otra y en el durante, al no juntarnos con gente no la necesitábamos. Y lo más importante, la peque con dos años y medio disfrutó muchísimo. Pensábamos que iba a ser un poco pequeña pero después de estar todo el día no quería irse.
Si queréis ampliar información sobre todo lo que ofrece la Warner Beach y nuestra experiencia os dejo el enlace de otiuMMadrid.
Y tú, ¿conoces la Warner Beach? ¿Te gusta la experiencia tanto como a nosotros?
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