Madrid nunca dejará de sorprenderme. Tras cada puerta puedes encontrarte un rincón inesperado, justo lo que ocurre en Gran Vía, 65. Te adentras en una de las tiendas de Salvador Bachiller, la recorres hasta el fondo, te decides a bajar las escaleras y... te encuentras con un auténtico invernadero donde podrás dar cuenta de sus deliciosos y sorprendentes platos mientras disfrutas de este inesperado oasis.
La atmósfera da pie para disfrutar simplemente de un café, de un cóctel, del brunch o de adentrarse en su carta con toques de comida asiática. Lo mejor: el combo Omakase, que mezcla recomendaciones del chef en comida japonesa. Incluye sashimi, niguiris, makis, sushi... Con unas combinaciones deliciosos y dejando clara la calidad de la materia prima.
Como principales, fue difícil la elección entre el bao de pollo o las mini hamburguesas. Al final optamos por estas últimas y no nos defraudaron en absoluto. El sabor intenso de la carne se contrarrestaba con el queso brie dando un resultado exquisito.
Y de postre, tarta de tres chocolates... creo que no hace falta decir más. Y todo ello regado por uno de sus cócteles que no sabes si admirarlo o bebértelo. Y es que en el Invernadero de SB todo es así: te entra por los ojos y te gana si tienes la suerte de probarlo.
Y vosotros, ¿conocéis los restaurantes de SB?
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